Patrimonio religioso
Iglesia de San Vicente Mártir
La iglesia parroquial, dedicada a San Vicente Mártir fue levantada entre los siglos XVI y XVIII. Situada en la parte alta del pueblo, en el sector noroeste del núcleo urbano, está construida en pendiente. Es un edificio de planta rectangular, con cabecera recta orientada al este y brazos del crucero ligeramente salientes en planta y alzado. Se trata de un complejo edificio, en apariencia del siglo XVIII, coincidiendo en lo formal con la fecha de la clave de la portada (1773).
Una inscripción de 1644 y un escudo en la bóveda dan fe de que la familia Arrín era propietaria de la capilla de la zona oeste, como la del Tardán lo era de otra sita en la zona sur.
Ermita de San Fabián
De las cuatro ermitas existentes a final del siglo XVIII, únicamente queda en pie la levantada en San Salvador, dedicada a San Fabián y San Sebastián.
Se trata de un conjunto de interés, tanto por la antigüedad de la ermita como por las calidades plásticas globales de la construcción y la perfecta integración de obras de distintos períodos. El conjunto lo conforman la ermita, la casa del ermitaño, la borda y prados contiguos, todo ello propiedad de la sociedad de vecinos, y que permitía la supervivencia del ermitaño. El último santero murió al final de la Guerra Civil. La ermita se halla a unos 3 kilómetros del pueblo.
Patrimonio civil
Tres torres
Tres hermosas torres de planta cuadrada se levantan entre las viviendas de Gistaín. Una de ellas pertenece a la iglesia y las otras dos son civiles, dos torreones defensivos del siglo XVI, símbolo de las casas fuertes de Tardán y Latorre, finalmente adquirida por Arrín.. La Torre de Tardán está declarada Bien de Interés Cultural. La de Arrín, con sus seis plantas, es una de las torres civiles más altas de Sobrarbe.
Tres miradores
Mirador de la Cruz de Puyadase
El mirador se encuentra a 1,5 kilómetros del pueblo y desde allí se divisa la ermita de San Fabián. Cuenta con un precioso merendero.
Mirador de la Cruz del Grao
En el otro extremo, con vistas a Plan se halla el mirador de la Cruz del Grao con un magnífico reloj solar conformado por los picos de las 10, las 11, las 12, la 1, las 2 y las 3, que servían y sirven de reloj.
Mirador de las Fontanetas
Se encuentra en la entrada del pueblo y desde él se divisa la localidad vecina de San Juan de Plan.
Estos tres miradores, habilitados en las inmediaciones del pueblo, ofrecen una ruta sencilla con majestuosas vistas. La vuelta a los tres miradores es un paseo asequible para la mayoría de las personas
Cinco fuentes
El diccionario Madoz, publicado en 1845, habla de cinco fuentes de agua de calidad, cuatro de ellas dentro del casco urbano - la de Sasé, ahora desaparecida, la de Ciella, la de Feixas y la d'Abaixo- y una a las afueras, la de las Fontanetas.
Las de Ciella, Feixas y d'Abaixo disponen de lavadero bajo tejadillo, además de abrevadero. La d'Abaixo cuenta con un segundo lavadero destinado al lavado de las vísceras de cerdos durante las matanzas de otoño e invierno.
La Fuen de las Fontanetas, de tamaño más reducido, se encuentra a la salida de la población. Es ésta la única fuente que ha mantenido su caudal aun en años de grandes sequías.
Patrimonio paisajístico
Bordas y cabañas
Con una gran armonía, este valle conjuga los espectaculares paisajes, presididos por montañas, con un paisaje humanizado tradicional que encuentra su mayor expresión en las bordas, unas construcciones austeras que salpican las partes altas de la montaña y que eran utilizadas por los pastores.
Estas construcciones, de dos plantas, están construidas en fuertes pendientes, adaptándose a la orografía del terreno. La planta baja se utilizaba para guardar el ganado en el período invernal y la superior para guardar la hierba que servía de alimento a los animales.
A diferencia de las bordas, las cabañas se hallaban provistas de un rudimentario hogar en el que se preparaba la comida y disponían, además, de un camastro para pernoctar.
Otras construcciones con historia
El molino o molín, la serrería o la sarra, la losera (zona de donde se extraía la losa), el hospital o la furnera u horno municipal forman parte de esas construcciones repletas de historia que eran necesarias para la vida en el campo.
El molino
El Molín del Barranco la Poma dejó de funcionar a comienzos del siglo XX. El nuevo molino, un poco más arriba, a unos 4 kilómetros del pueblo, hizo posible que en 1914 llegara la luz a Gistaín.
La serrería
Una riada en 1936 se llevó la serrería, construida nuevamente debajo del nuevo molino. La Nueva Sarra se construyó debajo del Nuevo Molín, en la margen derecha; comenzó su construcción en 1944 y se terminó en 1947. La preparación de la madera para las construcciones tradicionales era una necesidad importante.
La Losera
Con este nombre se conoce la zona de la que se extraía la mayor parte de la pizarra para las necesidades del pueblo y pueblos vecinos. A finales de los años cuarenta dejó de funcionar . En algunas casas del pueblo aún quedan tejados cubiertos con esa característica pizarra claro-azulada.
El Hospital
Hoy, sus ruinas todavía tienen mucho que contar. El Hospital de Gistaín acogía a los transeúntes que cruzaban los pasos de montaña. Construido en 1350, recibió otros usos posteriores, como el de puesto de mando de la tropa republicana durante la Guerra Civil.
La furnera u horno
Dentro de la población, la furnera era el horno municipal que se construyó durante la Guerra Civil, al ser precintados los hornos de cada casa.
Casas de arquitectura popular
Casa nueva
Situada en la parte alta del núcleo, en las proximidades de la iglesia, fue construida a finales del siglo XIX o principios del XX. A finales de este último siglo fue restaurada íntegramente por sus propietarios. En la actualidad mantiene su uso como vivienda. Presenta la estructura -tres plantas más falsa bajo cubierta- y la composición de la fachada típica de Gistaín, presente también en casa Ambrosio y casa Chuplana.
Casa Saila
Edificio de interés compuesto por tres cuerpos en forma de U que cierran a la calle con un muro de mampostería. Además de la estructura general, destaca en ella la gran balconada de madera de la planta de vivienda de la fachada principal.